¿Qué es la contaminación?
La contaminación es la presencia o incorporación al
ambiente de sustancias o elementos tóxicos que
son perjudiciales para el hombre o los ecosistemas
(seres vivos). Existen diferentes tipos de
contaminación, Los tipos de contaminación más
importantes son los que afectan a los recursos
naturales básicos: el aire, los suelos y el agua.
Algunas de las alteraciones medioambientales más
graves relacionadas con los fenómenos de
contaminación son los escapes radiactivos, el
smog, el efecto invernadero, la lluvia ácida, la
destrucción de la capa de ozono, la eutrofización de
las aguas o las mareas negras. Existen diferentes
tipos de contaminación que dependen de
determinados factores y que afectan distinto a cada ambiente.
CONTAMINANTE
Un contaminante es cualquier sustancia o forma de
energía que puede provocar algún daño o
desequilibrio (irreversible o no) en un ecosistema,
en el medio físico o en un ser vivo. Es siempre una
alteración negativa del estado natural del medio
ambiente, y generalmente, se genera como
consecuencia de la actividad humana.
Para que exista contaminación, la sustancia
contaminante deberá estar en cantidad relativa
suficiente como para provocar ese desequilibrio.
Los agentes contaminantes tienen relación con el
crecimiento de la población y el consumo
(combustibles fósiles, la generación de basura,
desechos industriales, etc.), ya que, al aumentar
éstos, la contaminación que ocasionan es mayor.
Por su consistencia, los contaminantes se clasifican
en sólidos, líquidos y gaseosos. Se descartan los
generados por procesos naturales, ya que, por
definición, no contaminan. Los agentes sólidos
están constituidos por la basura en sus diversas
presentaciones. Provocan contaminación del suelo,
del aire y del agua. Del suelo porque produce
microorganismos y animales dañinos; del aire
porque produce mal olor y gases tóxicos, y del agua
porque la ensucia y no puede utilizarse. Los
agentes líquidos incluyen las aguas negras, los
desechos industriales, los derrames de
combustibles derivados del petróleo, los cuales
dañan básicamente el agua de ríos, lagos, mares y
océanos, y con ello provocan la muerte de diversas
especies. Los agentes gaseosos incluyen la
combustión del petróleo (óxido de nitrógeno y
azufre) y la quema de combustibles como la
gasolina (que libera monóxido de carbono), la
basura y los desechos de plantas y animales.
EFECTOS
Expertos en salud ambiental y cardiólogos de la
Universidad de California del Sur acaban de
demostrar por primera vez lo que hasta ahora era
apenas una sospecha: la contaminación ambiental
de las grandes ciudades afecta la salud
cardiovascular. Se comprobó que existe una
relación directa entre el aumento en la
concentración de las partículas contaminantes del
aire de la ciudad y el engrosamiento de la pared
interna de las arterias (la llamada "íntima media"),
que es un indicador comprobado de la
arteriosclerosis.
El efecto persistente de la contaminación del aire
respirado, en un proceso silencioso de años,
conduce finalmente al desarrollo de afecciones
cardiovasculares agudas, como el infarto. Al inspirar
partículas ambientales con un diámetro menor de
2,5 micrómetros, ingresan en las vías respiratorias
más pequeñas y luego irritan las paredes arteriales.
Los investigadores hallaron que por cada aumento
de 10 microgramos por metro cúbico de esas
partículas, la alteración de la pared íntima media de
las arterias aumenta un 5,9 por ciento. El humo del
tabaco y el que en general proviene del sistema de
escape de los automóviles produce la misma
cantidad de esas partículas. Normas estrictas de
aire limpio contribuirían a una mejor salud con
efectos en gran escala. Uno más de los efectos es
el debilitamiento de la capa de ozono, que protege
a los seres vivos de la radiación ultravioleta del sol,
debido a la destrucción del ozono estratosférico por
cloro y bromo procedentes de la contaminación. El
efecto invernadero está acentuado por el aumento
de la concentración de CO2 atmosférico y otros
gases de efecto invernadero como, por ejemplo, el
metano.
CLASIFICACIÓN DE LOS CONTAMINANTES
Contaminantes no degradables: Son aquellos
contaminantes que no se descomponen por
procesos naturales. Por ejemplo, son no
degradables el plomo y el mercurio. La mejor forma
de tratar los contaminantes no degradables (y los
de degradación lenta) es por una parte evitar que
se arrojen al medio ambiente y por otra reciclarlos o
volverlos a a utilizar. Una vez que se encuentran
contaminando el agua, el aire o el suelo, tratarlos, o
eliminarlos es muy costoso y, a veces, imposible.
Contaminantes de degradación lenta o
persistente: Son aquellas sustancias que se
introducen en el medio ambiente y que necesitan
décadas o incluso a veces más tiempo para
degradarse. Ejemplos de contaminantes de
degradación lenta o persistente son el DDT y la
mayor parte de los plásticos.
Contaminantes degradables o no persistentes: Los
contaminantes degradables o no persistentes se
descomponen completamente o se reducen a
niveles aceptables mediante procesos naturales
físicos, químicos y biológicos.
Contaminantes biodegradables: Los contaminantes
químicos complejos que se descomponen
(metabolizan) en compuestos químicos más
sencillos por la acción de organismos vivos
(generalmente bacterias especializadas) se
denominan contaminantes biodegradables. Ejemplo
de este tipo de contaminación son las aguas
residuales humanas en un río, las que se degradan
muy rápidamente por las bacterias, a no ser que los
contaminantes se incorporen con mayor rapidez de
lo que lleva el proceso de descomposición.
TIPOS DE CONTAMINACIÓN
1. Contaminación del agua. 4. Contaminación lumínica
2. Contaminación del aire. 5. Contaminación sonora
3. Contaminación del suelo. 6. Contaminación visual
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